La libre manifestación de las ideas, consagrada en nuestra Carta Magna, en los artículos 6º y 7º, es un derecho humano básico, constitucional, fundamental e inherente y necesario a la naturaleza humana que nos compete a todos defender ferozmente. Es una lucha por la capacidad de expresar nuestro propio individualismo, de informar a plenitud al prójimo, de respetar su opinión y hacer respetar la nuestra.
El día de hoy nos recuerda que somos capaces de moldear con palabras nuestros ideales, que somos libres para pensar y externar nuestras opiniones sin otros límites más que los de la ley. Hoy celebramos la esencia del espíritu humano; la libertad de expresarse.
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